CIENCIA FICCIÓN PSICODÉLICA- BEYOND THE BLACK RAINBOW


Beyond the Black Rainbow no es una película para aquellos que desean "comprender" la historia y continuar  su vida. Se presenta más bien como una invitación a sumergirse en una pesadilla retro, donde un extraño ambiente minimalista inspirado en el estilo de los años 80 alberga las mentes perturbadas de un científico, Barry Nyle (Michael Rogers), y su joven paciente Elena (Eva Allan).

Elena es retenida dentro del Instituto de Investigación del doctor Arboria y es sometida a ciertas pruebas mentales a cargo del atemorizante dr. Barry Nyle. Elena se ve sometida por el campo de energía producto de una pirámide de cristal existente dentro del instituto. Sin embargo, llegado el momento logra reunir fuerzas para escapar atravesado varias salas donde están recluidos otros sujetos de experimentación en condiciones aun más lamentables que la suya. Obviamente, el terrible dr. Nyle se niega a abandonar su juguete preferido y va tras Elena trasformándose en un esperpento humano al revelar ciertas mutilaciones resultado de su participación en el proyecto del dr. Arboria.


Esta es la primera película del director Panos Cosmatos hijo de George P. Cosmatos quien dirigió Cobra y Rambo II. Beyond the Black Rainbow fue estrenada en 2010, pero recrea un ambiente retro futurista con elementos de los años 80 que el director toma de su experiencia juvenil viendo montones de películas de horror en VHS. Entre ellas, resalta The Brood (1979) de Cronenberg.


La interpretación de Michael Rogers como este científico obsesivo y perverso es el elemento más contundente de la película que sin duda podría generar más de una pesadilla en el público. El dr. Nyle se debate entre su curiosidad por el potencial mental de Elena y los nocivos efectos de su experiencia en Arboria que alteraron para siempre su mente y desfiguraron su cuerpo.

El empleo de colores brillantes y espacios luminosos en contraste con los ambientes oscuros y personajes  trastornados brindan la posibilidad de sumergirse en el simulacro de trance del que habla el director. Esto viene acompañado de una banda sonora inquietante, que llena los largos espacios de inactividad en la historia donde el espectador está expuesto solo a extrañas imágenes que se suceden como en un sueño o una alucinación por sustancias psicoactivas. 

La banda sonora asegura el director que proviene de las interminables horas que dedicó al videojuego Half Life 2.




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