El director norteamericano Steve Soderbergh a sus 50 años, 35 de ellos dedicados al cine, sorprendió este año al público del San Francisco International Film Festival (SFIFF) con su discurso inaugural en el que abarca diferentes cuestiones acerca del sentido del arte y del cine, la diferencia entre el cine y las películas, la conflictiva relación entre los estudios, la visión del director y el público, entre otros temas.
A continuación pueden leer parte de la transcripción del discurso que trata los puntos más sensibles para aquellos involucrados en el arte cinematográfico:
"Considerando la increíble cantidad de sufrimiento en el mundo, me pregunto, ¿para qué sirve el arte? ¿No deberíamos gastar nuestro tiempo y recursos aliviando el dolor y ayudando a los demás en lugar de ir al cine, al teatro y a las instalaciones de arte? Cuando realizamos Ocean’s Thirteen, el set del casino costó 60 mil dólares de electricidad al mes, ¿cómo justificas eso? Lo justificas diciendo que las personas que pudieron haber recibido esa electricidad van a ver la película durante dos horas y se van a entretener – excepto que probablemente no puedan, porque no tendrán electricidad, porque nosotros la usamos. Luego pienso en todos los recursos utilizados en todas las piezas del entretenimiento, ¿qué hay de la huella de carbono generada por transportame hasta aquí? Luego pienso, por qué estas pensando de esta manera y preocupándote sobre cuantas millas por galón rinde tu coche, cuando existe NASCAR y espectáculos de Monster Trucks en la televisión. Así que lo que decidí finalmente es que el arte es sencillamente inevitable. Existía en un muro de una cueva en Francia desde hace 30 mil años, y es porque somos una especie motivada por la narrativa. El arte es contar historias, y necesitamos contar historias para compartir ideas e información y para tratar de encontrar el sentido en todo este caos. Y, a veces, cuando encuentras un muy buen artista y una historia convincente, casi puedes lograr eso que es imposible: entrar en la consciencia de otro ser humano – literalmente, ver el mundo de la misma manera que ellos. Luego, si te enfrentas a una muy buena obra de arte y a un muy buen artista, resultas alterado de alguna manera, entonces la experiencia es transformativa, y en el instante en el que experimentas esa obra de arte, no estás solo. Estás conectado a las artes. Siento que eso no puede estar demasiado mal.
El arte también es sobre la solución de problemas, y es obvio por los noticieros que tenemos algunos problemas con la solución de problemas. En mi experiencia, el principal obstáculo a la solución de problemas es una ideología arraigada. La gran ventaja de hacer una película o una obra de arte es que eso nunca está en juego. Todas las ideas están sobre la mesa. Todas las ideas y todo está abierto a discusión, y resulta que todo el mundo triunfa al entregarse a lo que el objeto tiene que ser. El arte, en mi opinión, es un modelo muy elegante de solución de problemas.
Finalmente llegamos al tema de este discurso, el estado del cine. En primer lugar, ¿hay alguna diferencia entre el cine (cinema) y las películas (movies)? Sí. Si estuviera en Team América, diría Fuck yeah! La manera más simple en la que puedo describir la diferencia es que una película es algo que ves y el cine es algo que es realizado. No tiene nada que ver con el medio de captura, no tiene nada que ver con la ubicación de la pantalla, si es en tu cuarto, tu iPad, ni siquiera tiene que ser una película. Puede ser un comercial, puede ser algo en YouTube. El cine es una especificidad de visión. Es una estrategia en la que todo importa. Es el completo opuesto de lo genérico o de lo arbitrario, y el resultado es tan único como una firma o como una huella digital. El cine no es creado por un comité, no es creado por una compañía, no es creado por la audiencia. Quiere decir que si ese cineasta no hubiera hecho esa obra, no existiría la película, o no existiría en ninguna manera parecida.
Eso significa que puedes tomar una película perfectamente sólida, exitosa y bien reconocida y puede no calificar como cine. También significa que puedes tomar una pieza de cine y puede no calificar como una película y, de hecho, puede ser un pedazo de basura insufrible. Pero mientras existan cineastas allá afuera que tengan un punto de vista específico, el cine nunca va a desaparecer por completo. Porque no se trata del dinero, se trata de buenas ideas seguidas de una estética bien desarrollada. Me encanta toda la nueva tecnología, es genial. Es más pequeña, más ligera y más rápida. Puedes realizar una película sin mucho dinero, y cuando la gente se pone nostálgica por el celuloide, yo pienso en una cita de Orson Welles. Cuando alguien le hablaba de nueva tecnología, la cual él tendía a aceptar, Welles declaró “no quiero servirle a la herramienta, quiero que la herramienta me sirva a mí”, lo cual se me hace una buena manera de expresarlo. Pero el problema es que el cine como yo lo defino, y como algo que me inspira, está siendo atacado por los estudios y, por lo que yo puedo observar, con el completo apoyo de la audiencia. Las razones, en mi opinión, son más económicas que filosóficas, pero cuando añades una buena cantidad de miedo y falta de visión, y una falta de liderazgo, tienes una trayectoria que es bastante difícil de cambiar."
El video del discurso completo en ingles está disponible en este enlace.